martes, 7 de septiembre de 2021

LAS MASCOTAS, UNO MÁS DE LA FAMILIA

Muchas familias acogen y conviven con mascotas, estas pueden llegar a ser uno más de la familia. En muchos casos, los niños, pueden aprender acerca del cuidado de los demás y de si mismos a través de las mascotas y ser una fuente de experiencia y de afectividad para ellos.

Sin embargo, es importante comprender, que las mascotas no tienen la misma capacidad emocional que los adultos y los niños. En realidad las mascotas como perros y gatos, pueden llegar a tener emociones básicas como miedo, ira, alegría y tristeza, pero no otras más complejas como pueden ser la culpa, el orgullo o la vergüenza. 

En muchos casos los animales responden al estado de ánimo de los habitantes de la casa, si estamos estresados, angustiados y temerosos, el animal podrá percibirlo y responder a estas emociones con enfermedades o conductas extrañas. Si estamos enfadados, los animales pueden ser muy complacientes y obedientes y no separarse de nosotros, como una forma de regularnos. 

Lo mejor que podemos hacer por la mascota, es tener una vida familiar alegre y feliz, respetuosa y afectiva, ocuparnos bien de nuestras emociones, para no perpetuarlas y transmitirlas también a las mascotas y aceptar que las mascotas no tienen las mismas necesidades emocionales y afectivas, que podemos tener nosotros, son sensibles, pero no pueden llegar a pensar e interpretar la realidad como hacemos nosotros.

Es por ello importante, no humanizar a los animales, ya que puede llegar a ser  una forma de maltrato. Los animales necesitan estar a su aire, en calma y que los dejemos libres y respetando su autonomía, estar todo el tiempo encima de ellos, puede provocarles estrés y ansiedad, y tener luego ansiedades de separación, (perros que no pueden estar solos, no saben estar con otros, o les cuesta explorar el entorno).

Es importante dar a los animales lo que ellos necesitan y no lo que necesitamos nosotros. Si tenemos frío, no significa que el perro también tenga frío. Si tenemos hambre, no significa que el gato también vaya a tener hambre. Lo que las mascotas necesitan es moverse, comer de forma adecuada a su edad y desgaste, tener un lugar tranquilo donde  poder estar y relacionarse con otros animales y seres de la naturaleza. 


Si podemos educar a nuestra mascota, mejor que no hacerlo. Las mascotas, también necesitan límites y normas, no es posible consentirles todo, ya que esto crea sobredependencia y falta de iniciativas en ellos. En muchos casos, nuestra historia con la mascota, puede estar reproduciendo historias familiares vividas, es importante diferenciar que nuestra historia de vida pasada,  no debe condicionar la relación que podamos construir con nuestra mascota y que nosotros como familia debemos construir vínculos sanos, así la mascota estará más feliz entre nosotros.

Los animales son muy sensibles a nuestros estados de ánimo, es mejor aceptarlos y organizarse con ellos, que querer disimularlos o negarlos a través del vínculo con la mascota, debemos aprender a gestionarnos por nosotros mismos y evitar que sean las mascotas las que nos den la estabilidad, es demasiada responsabilidad para un animal que sólo quiere seguridad, amor, libertad y autonomía propia, tú necesitas muchas otras cosas, y es importante aprender a construirlas en familia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

TRASTORNOS ALIMENTARIOS EN LA FAMILIA

Muchas familias tienen problemas con la alimentación, algunas veces, pueden ser las madres obsesionadas por cuerpos perfectos haciendo dieta...