Muchas familias tienen problemas con la alimentación, algunas veces, pueden ser las madres obsesionadas por cuerpos perfectos haciendo dietas e intervenciones, y otros, son los padres los que están todo el día en el gimnasio y comiendo de forma selectiva.
Los hijos de padres con este tipo de perfil, suelen tener problemas para aceptarse y quererse tal y como son, debido a que para ellos, la aceptación pasa por el sacrificio y la exigencia desmesurada. Se comparan y se analizan, no se gustan y finalmente pueden desarrollar trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia, atracones y otros..)
La alimentación, esta sometida a patrones culturales y sociales diversos, al igual que la estética y la belleza. En las últimas décadas, la tirania de la juventud y de la delgadez, nos ha sometido a tod@s, en especial a las mujeres, generando dinámicas destructivas y limitadoras de la libertad individual y el gusto por ser quien uno es, por la diversidad de cuerpos y de bellezas.
A menudo ocurre en las familias, que ya desde el momento del nacimiento del bebé, los padres pueden estar ansiosos o preocupados por que coma, o bien pasotas y despreocupados, no atendiendo bien a las necesidades y ritmos alimentarios del bebé.
Esta comprobado, que los bebes y los niños que son alimentados por sus cuidadores con cariño y contacto, disfrutan mas del proceso de nutrición y desarrollan menos trastornos alimentarios. También existen por el contrario, huellas mémicas de procesos alimentarios basados en la ansiedad y el estrés de los cuidadores, que hacen que los niños y jóvenes, luego tengan tendencia a regularse a través de la comida, y "hambre emocional", o necesidad de comer para gestionarse emocionalmente.
Para detectar un trastorno de la conducta alimentaria en casa, los padres han de estar pendientes, pero no controladores, de la alimentación de sus hijos. En caso de observarse pérdidas o ganancias grandes de peso, hábitos extraños a la hora de comer o de cocinar, cambios de humor y rabietas generadas por la hora de comer o por lo que hay para comer.. entre otros.. en todos estos casos, es bueno dialogar y buscar ayuda profesional, antes de que se genere un problema mayor.
Sobre todo será importante, mirar a nuestros hijos con cariño, aceptando sus cuerpos y sus cambios corporales a lo largo de su evolución y disfrutando de la hora sagrada de la comida, donde todos los miembros de la familia, puedan saborear la vida y encontrarse para dialogar.
Más información: https://www.youtube.com/watch?v=68kYsD-oj1Q